La noche de San Juan y los fuegos artificiales

La noche de San Juan y los fuegos artificiales

Junio nos trae cada año la llegada oficial del verano, y para anunciarlo, unos días después celebramos una noche mágica: ¡la noche de San Juan! Aunque sus orígenes son diversos, hoy en día se mantiene el uso de las hogueras, ya que el fuego siempre se ha relacionado con la buena suerte. ¿Tienes planes para esa noche?

La tradición de la noche de San Juan

Al ser humano le encantan las tradiciones, sobre todo aquellas que incluyen algún tipo de celebración o fiesta. Tal y como sucede con la Navidad o el Carnaval, el origen de dichas fiestas poco tiene que ver con la finalidad en nuestro tiempo, que en la mayoría de las cosas es, como te decimos, aprovechar la ocasión para pasar un buen rato con nuestra familia y amistades

La noche de San Juan tiene un carácter especial, ya que a diferencia de otras celebraciones, es solo una noche. ¿Y qué tiene esta de diferente? Pues que al menos en la zona del planeta en la que vivimos, es la más corta de todo el año. Al llegar el verano, las horas de luz se alargan y nos quedamos con muy pocas de oscuridad para ir a dormir. ¡Así que mejor las pasamos despiertos!

Pero además de las hogueras, que deben hacerse con mucho cuidado para evitar incendios, también suelen utilizarse los fuegos artificiales. ¡Bum bum! Un espectáculo de color que ilumina los cielos durante unos fugaces segundos y cuya explosión retumba hasta en nuestro corazón. ¡Seguro que alguna vez los has visto!

Y qué pasa con los fuegos artificiales

Aunque la noche de San Juan es bien recibida y muchas personas de cualquier edad se animan a participar, los fuegos artificiales no generan siempre el mismo entusiasmo. ¿Por qué? Bueno, pensemos en algún ejemplo para que lo veas más claro. ¿Alguna vez en casa tus hermanos o hermanas u otra persona se han escondido para darte un susto a pesar de que no te gusta que lo hagan? O si este no es tu caso, quizás te dé miedo la oscuridad o algún animal o personaje de los cuentos. 

Este miedo o malestar es la sensación que muchos niños y niñas, así como personas enfermas y animales, sienten cuando suenan los fuegos artificiales en la noche de San Juan o en cualquier otra fiesta. En lugar de ser un espectáculo de luces, colores y sonidos se convierte en una auténtica pesadilla. Es muy importante ser capaces de ponernos en el lugar de los demás, y entender así lo que ellos sientes. A esto se le llama empatía

En el mundo, ya hay países e incluso ciudades dentro del nuestro que han dejado de utilizarlos. Si somos capaces de encontrar alternativas para ayudar al planeta, podemos utilizar la imaginación para encontrar otras que también sean respetuosas con todas las personas y con los animales. ¡Y quizás incluso nos gusten más!

Si este año vas a celebrar la noche de San Juan, aprovecha para ser consciente de lo que te gusta y lo que no te gusta hacer en las fiestas, y para recordar a todas esas personas y animales que pueden coincidir o no contigo. ¡Seamos una gran familia!

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