Los Nadurines cocinan pastel de queso, ¿te apetece un trozo?
Cuando se pasa mucho tiempo en casa, uno de los entretenimientos más comunes en cualquier hogar es el de preparar cosas dulces en la cocina. ¿Vosotros también lo hacéis? En esta ocasión, los Nadurines hemos querido hacer un rico pastel de queso, ¡y vamos a compartirlo contigo!
Qué necesitamos para un pastel de queso
El uso de la cocina solo es apto para los adultos, ya que como seguramente sabéis, existe el riesgo de quemarnos. De ahí que siempre nos llamen la atención cuando intentamos subirnos a la encimera o acercamos la mano para tocar lo que hay encima. ¡Tened mucho cuidado con eso!
Sin embargo, las tardes en compañía de papá y mamá son una oportunidad excelente para participar en el uso de la cocina y descubrir la cantidad de instrumentos que se pueden utilizar para fabricar cosas deliciosas. ¿Habéis probado el pastel de queso? Mmmm.
- ¿Pastel de queso?, dijo Edison. Pensaba que íbamos a hacer de chocolate; creo que era lo que habíamos decidido…
- ¿Chocolate?, ¿otra vez?, le respondió Petra en tono de burla. ¡Siempre intentas engañarnos con la misma excusa! ¡Déjanos probar algo diferente!
- Está bien… Supongo que siempre podré acompañarlo con chocolate...
El pastel de queso es una receta muy sencilla que cualquiera puede poner en práctica sin ningún problema. ¡A continuación os dejamos los ingredientes!
Para la base de la tarta
- 150 g de galletas María, que romperemos en pequeños trozos
- 50g de mantequilla, que vamos a fundir
Para el relleno de la tarta
- 250 g de queso Philadelphia o equivalente cremoso
- 250 g de queso Camembert
- 250 g de leche condensada
- 2 huevos
Cómo hacer esta tarta
Para hacer la tarta de queso empezaremos con la preparación de la base, así que vamos a coger las galletas María y la mantequilla. Para fundirla, bien podéis coger margarina que es más blandita o cortar un trozo de mantequilla y dejarlo un rato fuera de la nevera para que se ablande. ¡Con eso será suficiente!
Lo que tenéis que hacer es trocear y aplastar las galletas con un tenedor. Cuando se hayan hecho pedacitos, las mezcláis con la mantequilla. Una vez que lo tengáis, lo ponéis en la base del molde y lo metéis en el horno durante un par de minutos a 180º. ¡Pero que ya esté caliente! Para sacarla, dejad que sean vuestros padres quienes lo hagan.
Mientras iremos preparando el relleno, y para eso echamos en un bol los dos tipos de queso con la leche condensada. En otro plato batiremos los dos huevos y los añadiremos a lo anterior cuando todo esté bien mezclado. Volvemos a revolverlo bien y cuando veamos que no podemos distinguir ningún ingrediente por separado, lo echamos sobre el molde con la galleta que ya se habrá enfriado.
Ahora, lo metemos de nuevo en el horno, que tendrá que estar precalentado a 145º. El tiempo de horneado está entre los 25 y los 30 minutos. Para saber cuándo está, habrá que pinchar con un tenedor y que este salga seco. ¡Esto también es tarea de adultos! Si ya está lista, la sacáis y la dejáis reposar en la encimera. ¡Este pastel no se guarda en el frigorífico! Y una vez que se haya enfriado, ya podréis disfrutar de una merienda de rechupete.