Neala y Darwin viajan al pasado para construir el acueducto de Segovia
Hoy en día estamos acostumbrados a abrir un grifo y disponer de agua potable sin ningún esfuerzo. Sin embargo, hace muchos años la vida era mucho menos cómoda, y había que desplazarse para ir a buscar el agua. ¿Te has imaginado alguna vez cómo llega ésta a las ciudades? ¡Pues hoy lo descubrirás conociendo la historia del acueducto de Segovia!
- Darwin, ¿no te parece que últimamente hay más concienciación con el cuidado del medioambiente?
- Eso me ha parecido. En las noticias hablan siempre del cambio climático y sus consecuencias, y más ahora en verano que se producen muchos incendios. ¿Escuchaste que ya hemos consumido los recursos para este año?
- Sí… Tenemos acceso a tantas cosas sin esfuerzo que no valoramos la suerte que tenemos. ¿Te imaginas tener que ir a por agua cada día con este calor? ¿Cómo harían hace años? ¡Tric, tric, tric! ¿Qué ha sido eso, Darwin? Me ha parecido ver una chispa en tu varita.
- ¡Yo también lo he visto! Debe ser que la concienciación por el planeta sí que es mayor y que mi poder comienza a despertar. ¡Voy a agitarla a ver qué nos quieren decir! ¡PUUUM!
- ¡Vaya! Parece que hemos viajado en el tiempo. ¿Dónde estaremos?
- Ahí hay un grupo de personas muy grande moviendo bloques. Los están apilando y acercándolos a la ciudad… ¡Ya lo tengo! ¡Tu varita nos ha llevado a la construcción del acueducto de Segovia!
El origen del acueducto de Segovia
En los siglos I y II d.C., los romanos aún dominaban Hispania, que viene a ser nuestro país. Aunque no pasaría demasiado tiempo hasta que finalmente terminó desmoronándose. Se les conocía como el Imperio romano debido a que no paraban de moverse y de conquistar territorios.
Pero no solo conquistaban, también levantaban obras arquitectónicas como puentes, murallas e incluso carreteras, y muchos monumentos que aún se conservan. Además hablaban en latín, que dio lugar al castellano; el idioma que hablamos, así como a otros similares, como el italiano o el francés.
Para poder llevar agua a las ciudades, se les ocurrió esta fabulosa construcción. A 17 kilómetros de Segovia se encontraba el Río Frío, una distancia demasiado grande como para recorrerla a diario a pie. Y así, aunque tardaron un par de décadas en terminarlo, crearon el majestuoso acueducto de Segovia.
Pero el acueducto de Segovia no es solo los bloques de ladrillos y los arcos que vemos en las fotografías. Junto al río, se creó una presa para poder encauzar el agua y llevarla hasta la nueva construcción.
- ¿Y para qué servirán los arcos?
- Pues por lo que me han explicado, para ir salvando los desniveles del suelo y que el agua siguiera su curso, se creaban arcos de diferentes tamaños. A mayor pendiente, mayores arcos. ¡Qué manera tan genial de transformar un inconveniente en toda una obra de arte!
Por qué debemos cuidar el agua
A estas alturas, probablemente ya conozcas cómo ahorrar agua en casa o no desperdiciarla, pues se trata de un bien escaso. Pero por si acaso, hemos aprovechado la historia del acueducto de Segovia para que seas consciente de lo afortunados/as que somos y del trabajo que hay detrás de las comodidades que tenemos en casa.
A nuestro alrededor podemos encontrar cientos de construcciones que antiguamente tenían funcionales similares a la del acueducto de Segovia. ¡Te animamos a observar y descubrir cómo eran antes las ciudades!