La risa es el mejor antídoto contra todos los males. ¿Acaso conoces a alguien a quien no le gusta reír? ¡Estamos seguros de que no! Y es que está demostrado que la risa no solo nos hace sentir muy felices, sino que además nos relaja, hace que los enfados se esfumen y que encima nuestro sistema inmunitario se ponga muy fuerte. ¡Así mantendremos a los resfriados a raya! Hoy Petra, siempre risueña, ha querido compartir con todos los amigos y amigas de Sorpresas Divertidas su juego favorito. ¡A lo mejor también es el tuyo!
Por qué hay que reírse más
Este año ha sido un año muy particular, tanto para los adultos como para los más pequeños. ¡Cuántas horas hemos pasado en casa buscando todo tipo de entretenimientos! Pero como bien dice el dicho, “A mal tiempo, buena cara”. Y ya no hablamos del tiempo de invierno con lluvias que mucha falta le hace a nuestras amigas las plantas, sino a cuando las cosas no salen como esperamos. Para todo eso, ¡la risa es la mejor aliada!
Y Petra lo sabe mejor que nadie. Pero lo que también sabe, es que a veces la espera hace que la recompensa sea aún mejor. Por ejemplo, si has plantado algo en una maceta y estás impaciente por recoger el fruto, hacerlo demasiado pronto podrá hacer que aún no esté listo, pero si esperas, lo que obtendrás será mucho mejor.
Con su juego favorito, “Si ríes, pierdes”, Petra pone en práctica algo similar. Este juego consiste precisamente en aguantar la carcajada. Se trata de que alguien cuente chistes o de que veas vídeos en Internet que resulten muy divertidos, pero sin reírse. ¡Seguro que sabes cuáles son tus canales favoritos con los que pasar un buen rato! Otra opción es la de ponerte con otra persona cara a cara, y tenéis que miraros el uno al otro serios y sin reírse. ¡El primero que lo haga pierde!
Algunos ejemplos para el Si ríes, pierdes
El sentido del humor es muy diferente en cada persona. Ya sabéis que a Neala le gusta mucho aprender sobre la naturaleza y todo lo que le rodea, y las bromas muy simples no le agradan demasiado. Sin embargo, ¡a Darwin sí que le encantan! Y se ríe prácticamente por cualquier cosa. ¡Ambas opciones están bien!
A modo de ejemplo, Petra nos ha dejado algunos chistes que ha encontrado y que le sirven para jugar a este juego. ¡Haz la prueba tu también! Recuerda que se trata de escucharlos todos mientras los lees o alguien te los cuenta pero no reírte mientras. Hay que aguantar hasta el final, ¡ya verás qué carcajada! ¡Ahí van!
Una niña entra en una óptica y le pregunta a la dueña:
- ¿Tienen gafas? Quisiera unas.
- A lo que le responde la mujer: ¿Para el sol?
- ¡No! ¡Son para mí!
Un perro iba paseando por el parque y al encontrarse a otro le saluda: “¡Guau, guau!”. A lo que el otro perro le responde: “¡Miau, miau!”. Con cara de extrañado, el perro le pregunta: “¿Por qué maullas como los gatos? ¿Acaso no eres un perro?”. Y el otro perro le responde: “¿Y qué pasa?, ¿es que no se pueden aprender idiomas?”
Era Halloween y tras las clases un grupo de niños y niñas se fueron a la Casa del Miedo a pasar la tarde. Allí se le acerca Drácula a un niño que se había separado del resto. “¡Uuuuuuu!, dijo él. ¿Te doy miedo?”. A lo que el niño respondió: “No, gracias, señor. Ya tengo mucho”.