Si ya conocéis un poco a Petra de los Nadurines, sabréis que siempre está intentando aprender cosas nuevas, ¡y hoy le ha tocado el turno al juego de la mímica! Como nunca para, es normal que se acabe aburriendo de los juegos que conoce y tenga que buscar nuevos entretenimientos. ¡Pero así también aprendemos nosotros! Y si no sabéis en qué consiste este, no os preocupéis porque os lo vamos a explicar. ¡Empezamos!

Qué es la mímica

Quizás no recordéis cuando erais muy pequeños, pero si tenéis familiares que sean bebés o que aún no sepan hablar del todo, os habréis dado cuenta de que, cuanto menos hablan, más recurren a las expresiones faciales o al uso del cuerpo. Los bebés, por ejemplo, suelen chillar mucho, tanto si están contentos como si tienen hambre o sueño. ¡Es el único recurso que tienen!

Luego, cuando nos hacemos mayores, nos dicen eso de que el lenguaje corporal puede llegar a expresar más que nuestras palabras. Y es que a veces es posible saber hasta cuando alguien está diciendo mentiras si observamos lo que hace con su cuerpo. Curioso, ¿verdad?

Pues la mímica es exactamente esto; una forma de expresar emociones, representar acciones o imitar a través del lenguaje del cuerpo y de los gestos que hacemos. ¡Y hoy en Sorpresas Divertidas vamos a probar a jugar a esto! Además, la mímica te ayudará a a expresar cómo te sientes, pero también aprenderás a controlar y coordinar tu cuerpo. ¡En realidad es como bailar!

Cómo jugar con la mímica

Petra: ¡Darwin! ¡Neala! ¡¡¡Ya es hora de jugar!!!

Neala: ¡¡Pero qué dices, Petra!! Si son las 7 de la mañana… Es fin de semana y hoy no tenemos que levantarnos para ir al colegio. ¡Déjanos dormir!

Petra: Pero si ya es de día… ¡y nunca es muy temprano para jugar!

Neala y Darwin no tenían muchas ganas de jugar, así que la más pequeña de los Nadurines ha tenido que jugar sola a la mímica. Para ello, ha cogido un espejo y se ha puesto delante y sin emitir ni un solo sonido, ha comenzado a poner caras diferentes para expresar emociones varias. Como por ejemplo, ¡la de Neala con mucho sueño! ¿Cómo expresarías tú una cara con ganas de dormir? ¡Haz la prueba con tu espejo!

Otras emociones que puedes probar a expresar son el miedo, el enfado, el hambre o el frío. Cuanto más intensas sean, más fácil será expresarlas. Y si por tu edad ya eres capaz de distinguir entre un enfado o la furia, o estar asustando con aterrorizado, ¡te animamos a que pruebes también! ¿Te has dado cuenta de la cantidad de expresiones que podemos hacer con nuestra cara? 

Pero si no te apetece jugar sin compañía como Petra o si tus hermanos y hermanas también quieren participar, podéis hacer turnos y que cada uno represente una emoción, y quien la adivine tomará el relevo. ¡Y no solo emociones! Cuando hayáis dominado la técnica de la mímica podéis atreveros a hacer diálogos sin hablar e incluso a hacer un pequeño teatro. ¡Pero no os olvidéis de incluir todo vuestro cuerpo!

Los Nadurines esperamos que disfrutéis con el juego de la mímica y que descubráis cuánto es posible decir sin hablar con vuestra cara y cuerpo. ¡Hasta el próximo juego!