Hacía tiempo que no disfrutábamos de la experiencia de viajar. Ya sabéis que nuestras obligaciones y responsabilidades también ocupan la mayor parte de nuestros días y a veces se nos olvida lo bien que sienta alejarse de todo. ¿Sabéis quiénes nos acompañan en esta nueva aventura? ¡Nuestras amigas las tortugas marinas!
Un poco de historia sobre las tortugas marinas
Sí. Ya sé lo que estáis pensando. Cómo vamos a viajar con las tortugas marinas si todos sabemos lo lento que es este animal. Sin embargo, lo que a ellas les sucede es que estamos acostumbrados a verlas en un entorno que no es el suyo.
¿Sabes ese alumno o alumna de tu clase que destaca en matemáticas pero que otras asignaturas le resultan mucho más difíciles? Seguramente a ti también te pasa… Pues a ellas igual. Las que viven siempre en tierra sí que son lentas, pero las que nadan pueden alcanzar los 35 km/h. Para que te hagas una idea, es la velocidad que lleva un coche cuando pasea por dentro de una ciudad. Muy rápido para ser una tortuga, ¿verdad?
Pero eso no es lo que más llama la atención de este animal. ¿Sabes cuánto pueden llegar a vivir? ¡Entre 150 y 200 años! -¡Pues vaya paciencia!-, dirían algunos adultos; una vida tan larga y a un paso tan lento… Nosotros, en cambio, estamos seguros de que ellas son muy felices yendo a su ritmo. ¿No crees?
Existen además diferentes especies de tortugas marinas, como la tortuga laúd y la tortuga verde, y se encuentran repartidas por diversas partes del mundo. Además, hacen migraciones como nuestra amiga la cigüeña, y por eso nos hemos atrevido a acompañarlas en su viaje.
El caparazón que las caracteriza les permite protegerse de otras especies y actúa también como una especie de abrigo que les ayuda con los cambios de temperatura. Aunque parezcan muy duros, algunos, como el de la tortuga laúd, son delgados y flexibles. ¡No todo es como parece a simple vista!
Nos vamos a otro mundo en buena compañía
Cuando uno se va de viaje, tiene que estar preparado/a para nuevas aventuras. Te encontrarás con personas y otras especies diferentes a ti, igual que la vegetación y la forma de las montañas también cambia. Además, no podemos llevarnos nuestras expectativas y nuestras costumbres en la mochila, sino que debemos estar abiertos/as a la forma de vivir del lugar del destino.
Junto a ellas, hemos pasado por diversos países y hemos visto cómo todo se iba transformando de un lugar a otro. Caras y colores diferentes, platos de comida que nunca habíamos probado, música, bailes y sobretodo mucha mucha diversión. ¡Los cambios siempre son excitantes!
Pero también tenemos que decir que nos hemos preocupado un poco porque no teníamos claro cómo íbamos a regresar. Sin embargo, las tortugas marinas tienen un sentido de la orientación perfecto y saben volver a la misma playa en la que nacieron aunque se hayan alejado miles y miles de kilómetros.
Son muy caseras y es allí donde pondrán sus huevos. El turismo y la caza son sus principales enemigos, y las pequeñas tortugas pueden verse en graves problemas cuando intentan alcanzar el mar por primera vez. Debes saber que este animal se encuentra en peligro de extinción, lo que significa que no debes comprar ni consumir nada que tenga que ver con ellas. ¡Son parte del planeta y debemos cuidarlas!