La contaminación global crea suciedad en el aire que respiramos, y provoca la falta de lluvias, el calor que nunca termina o la acumulación de plástico. Todas las especies que vivimos en el planeta nos vemos afectadas, y en esta ocasión nos hemos encontrado con la calabaza Mafalda, que necesita nuestra ayuda. ¿Colaboras con nosotros?
Cómo nos afecta la contaminación global
Ayer mientras daba un paseo por unas huertas conocí a una señora calabaza llamada Mafalda. Me contó que, aunque no quiere terminar como una sopa, sí que quiere poder servir de alimento. Y es que a pesar de que a los niños y niñas el sabor de las verduras les resulte demasiado fuerte, son muy nutritivas para ellos.
Me contó que la contaminación global le está afectando. La Tierra siempre ha sufrido cambios en el clima, y las especies, sobre todo el ser humano, han sabido adaptarse a las nuevas circunstancias para sobrevivir. Sin embargo, estos cambios se están produciendo con mucha rapidez y no tienen tiempo de prepararse. Es como si hoy estuvieras con el abrigo y la bufanda y de repente mañana hiciera tanto calor que sería posible ir a tomar el sol a la playa. Y ni siquiera has podido sacar tu ropa de verano.
Además de la falta de lluvias, la contaminación global afecta a su crecimiento. Y por si esto fuera poco, siempre que aparece el ser humano deja un rastro de basura tras de sí, que suele ser algún envase de plástico.
¿Te has dado cuenta Darwin de que en la naturaleza nada es basura? Los restos de animales, las frutas que caen, las hojas secas… Todo se desintegra y desaparece. Sin embargo, el ser humano acumula enormes cantidades de basura cada día. ¡Y está por todas partes!
Ayudemos a la calabaza Mafalda
- Darwin, se nos acaba el tiempo para hacer algo contra la contaminación global. Además, la calabaza Mafalda tiene la fiesta de Halloween y no quiere perdérsela.
- Pero ¿y qué podemos hacer con tan poco tiempo?
- Bueno… Para que el resultado sea visible, todas y cada una de las personas del planeta debería hacer una acción, por pequeña que sea. Si las sumamos todas, se convertirían en algo muy grande. Hoy, lo que podemos hacer es limpiar donde se encuentra y asegurarnos de que tiene agua suficiente y aire limpio para poder crecer.
- ¡Estupendo! Entonces prepararé agua y una bolsa para recoger todo lo que encontremos. Mafalda tendrá lo que necesita para poder crecer fuerte y estar lista para la fiesta de Halloween.
Seguro que, si miras a tu alrededor, quizás incluso en casa, encuentres muchos envases de plástico y pocas plantas. No se trata de reciclar o de poner etiquetas como esas que llaman biodegradables; para reducir la contaminación global el plástico debe desaparecer, y en su lugar, llenarlo todo de plantas y de vida.
Si las cuidamos, Mafalda y todas las calabazas del mundo podrán crecer fuertes y sanas para darnos alimentos. Pero para ello necesitan que el aire que respiran esté limpio, tanto como lo necesitamos nosotros. Disfruta de este Halloween, y sé consciente de cómo nuestros hábitos afectan a la contaminación global.